martes, 12 de abril de 2011

Me quedo aquí

Estudiando para mi examen final de "Filosofía y cine", encerrado en mi habitación me ha dado por buscar en el disco duro del ordenador algunas fotos que me sacaran de casa sin moverme de la silla. Mis dedos me han llevado directos hacia las fotografías que tomé en aquél viaje con bicicleta por el Oeste de Islandia en el ya lejano Julio del pasado año. Un escalofrío me ha recorrido la espalda. Me han vuelto a la cabeza todas las propuestas y los sueños que tuve en aquél viaje. Muy pocos de ellos los he llevado a cabo. Ni tengo más autonomia en las técnicas de montaña, ni me siento cómodo estando solo en la naturaleza, ni escribo mejor, ni soy tan fuerte ni tan ágil cómo desearía, ni he leído todo lo que tenía que leer, ni le he sacado el jugo a esta isla, ni - sobretodo - le he perdido todo el miedo al hospital. La angustia de la pared nívea y de la niebla repentina siguen ahí. Este pedazo de lava en el Atlántico Norte tiene mucho que ofrecerme aún. Estuve viajando el pasado fin de semana por las mismas carreteras que recorrí con el vaivén de mis piernas. ¿Cómo voy a dejar todo esto aquí? Aún no me he acabado de construir con la argamasa boreal. Me queda camino. Me esperan las charlas con los profesores a los que me he acercado, la formación en técnicas de montaña en el grupo de rescate, el intento de acercarse a la música con el ibicenco, las lecturas que me aguardan en la mesa, los relatos que me quedan por escribir con los pies cansados y trillados por rutas recorridas en soledad. Demasiado por vivir. Aún no puedo volver.



















Mi montura (y sus 28kg de equipaje) esperando para atacar una de las subidas con bici más duras de mi vida. Allí arriba me esperaban locura, niebla, viento y monólogo conmigo mismo.



viernes, 8 de abril de 2011

Of loss and possession [The Thin Red Line, (Terrence Malick, 1998)]

Que no escriba a menudo no significa que esté quieto. Me sigo moviendo pero tengo miedo a enfrentarme a mí mismo a través de la concatenación de vocablos que tantas veces me ha salvado. Sin embargo, a veces necesitamos un empujón: la disciplina académica es un buen ejemplo de ello. Os dejo con un ensayo que he escrito para "Filosofía y cine" en la Universidad de Islandia. Trata sobre la pérdida y la posesión de uno mismo relacionados con el anhelo por la plenitud de la vida, todo aderezado e ilustrado con los personajes de una de las películas que han cambiado mi forma de ver el cine: de un mero entretenimiento a un mecanismo capaz de sugerir y provocar la chispa del pensamiento. La película es The Thin Red Line (Terrence Malick, 1998). El ensayo lo podéis encontrar pinchando aquí., está en inglés.

Trailer oficial de la película:


Es una pieza de arte filmada por un director experto en Heidegger. Él mismo lo tradujo al inglés e incluso tuvo algunas reuniones con el filósofo alemán. Hay algunos críticos que ven en el film de Malick una clara alusión a la difuminación del Ser en los seres, propio de Heidegger. Sin duda son unos ensayos magníficos sobre esta película, algo difíciles de contraargumentar por su gran poder de convicción. Veo en ellos una muy buena y sugerente lectura de la película. Es uno de los mejores ensayos acerca del cine que, particularmente, he leído en mi vida. Es el que sigue: Furstenau and MacAvoy, “Terrence Malick’s Heideggerian Cinema: War and the Question of Being in The Thin Red Line”

Hay otros ensayos que aluden a una buscada "calma antes de la muerte", una calma que debe ser buscada a través de la plenitud en la vida. Es un escrito algo menos potente aunque inequívocamente sugerente - en parte, mi ensayo bebe de él -. El autor ve en la figura de Witt (Jim Caviezel) la máxima expresión de esa calma antes de la muerte. También alude al cine de Malick como un arte de la calma, sólo nos hace falta ver una película de él para caer en la cuenta de cómo utiliza los elementos para crear un ambiente de sosiego en las situaciones más angustiantes: el sonido de la hierba abrazando al viento en medio de una batalla, las constantes secuencias de vida animal en medio del destrozo, el silenciamiento de los obuses y los disparos dejando sólo la atención a la respiración de un soldado, etc. El ensayo es el que sigue: Simon Critchley, "Calm: on Terrence Malick's The Thin Red Line"

Aquél que esté interesado en leer uno o ambos artículos puede dejar un comentario o enviarme un mail. Se lo(s) brindaré en formato pdf.

Más allá de mi creciente cinefilia algo grande está por llegar: la aparente culminación de una lucha contra mí mismo a pedales por el centro de Islandia. Aún me queda demasiado para digerir todo lo que viví encima de mi bicicleta el pasado verano, es decir, me queda demasiado por acabar de escribir todo lo que viví. Acabarlo será abrir las puertas para una nueva lucha a través de la reiterada repetición de un mismo movimiento.